Apunta
el nombre y corre a la librería a por él y que se lo traiga Papa Noel, no dejes
pasar un día más sin que lo tenga en su poder: Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes. (ed. Destino). En realidad no son
cuentos y se pueden leer en cualquier momento del día. Pero es cierto que el
momento de acostarse es una buena ocasión para saborear estas minibiografías,
muy bien contadas y resumidas, de 100 mujeres extraordinarias de todos los
tiempos que rompieron esquemas y pelearon por sus sueños: desde la astrónoma Hipatia
a la tenista Serena Williams, pasando por la escritora Jane Austen, la pintora Frida
Kahlo, la científica Marie Curie, la primatóloga Jane Goodall, la faraona Hatshepsut, la abogada y ex primera dama Michelle
Obama o las hermanas Brontë.
¿Y
por qué para niñas rebeldes? Porque es un libro para niñas que no quieren conformarse
con cuentos de princesas, que quieren soñar sin límites y crecer libres,
convencidas de que pueden ser absolutamente cualquier cosa que quieren ser y hacer
todo aquello que se propongan. Y este es el mejor regalo que podemos hacerle a nuestras hijas, educarlas para que sean libres.
Acompañado
de unos maravillosos retratos ilustrados de cada una de ellas, las niñas se
adentrarán en historias de espías, astronautas, partisanas, pintoras,
científicas, deportistas, juezas y hasta piratas y faraonas. No todas tienen
final feliz, pero todas trasmiten un mensaje de determinación y valentía. Y es
que uno de los objetivos de este libro, que ha sido un éxito internacional, es
ofrecer a las niñas modelos y referentes en los que fijarse para que puedan elegir
libremente su futuro y mantengan la confianza en sí mismas.
“Es importante que las niñas
conozcan los obstáculos a los que se enfrentarán a lo largo de su vida, pero
también es esencial que sepan que dichos obstáculos son superables. Vivimos en
un mundo en el que el género no debe definir el tamaño de nuestros sueños ni la
distancia que podemos recorrer. Todas las niñas merecen creer pensando que
pueden llegar a ser lo que ellas quieran”, explican en el prólogo las autoras,
Elena Favilli y Francesca Cavallo, que lograron publicar el libro con una
campaña de crowfunding.
Con
mi hija de ocho años (edad a la que, según varios estudios, las niñas empiezan
a perder confianza en si mismas) lo estamos leyendo de una en una, cada noche
una historia, saboreándolas. Un día me lo lee ella en voz alta y otro día se lo
leo yo. Ha disfrutado con la valentía de las cholitas escaladoras, se ha
emocionado con el sufrimiento de Frida Kahlo, se ha sorprendido con la historia
de Manal Al-Sharif, la saudí que se atrevió a conducir un coche, y ha admirado la tenacidad de Marie Curie.
Es ella la que cada día me reclama cuando se va a la cama para que nos adentremos juntas en una nueva vida prodigiosa. Y así cada noche, antes de quedarse dormida, lo último que escucha antes de caer rendida son frases como estas, que ojalá se le graben a fuego en su cabecita: “Nadie tiene derecho a decirme que puedo o
que no puedo lograr”, de Amma Al Haddad, levantadora de pesas de Emiratos
Arabes Unidos. O “No soy un angel ni lo seré. Seré yo misma”, de Charlotte
Bronte.